¡Feliz día Patria!

Hablar de independencia es hablar de libertad . Una palabra llena de significado. No se trata de un regalo . Es una conquista . Muchos años y mucho esfuerzo , lograron concretar el 9 de julio de 1816 , la tan ansiada independencia.

La libertad , tan nombrada , cantada despacio y a los gritos , es real si permite a los hombres vivir con dignidad.

Deja de ser sólo una palabra cuando en realidad se puede elegir.

Elegir en qué ocupar el tiempo después del trabajo , en lugar de buscar otro que permita vivir mejor.

Elegir entre un hospital que queda cerca y otro que queda lejos , pero siempre con un médico que nos atienda.

Elegir quiénes queremos que nos gobiernen: los mejores, los más capaces y no los menos malos.

Sólo se puede elegir allí donde existe verdaderamente la posibilidad de elección.

La paz y la justicia están allí donde reinan la libertad y la verdad. La libertad que no se apoya en la justicia es una palabra vacía que pierde todo significado.

Sólo somos libres cuando podemos ser fieles a nuestras raíces, a nuestras creencias, a nuestros principios, cuando podemos defender nuestra propia esencia.

Somos los responsables absolutos de nuestra historia. Los grandes héroes de nuestra Patria no pensaron que el camino debían hacerlo otros. Tuvieron en claro sus ideales y cada paso que dieron se encaminaba a esa dirección: La Patria que soñaban.

¿Y nosotros?

No está mal emocionarnos cuando la celeste y blanca sale a la cancha. Pero mayor deberían ser la energía puesta en esta Patria que reclama el armado de un equipo para ganar el campeonato de la vida. Un equipo con arqueros capaces de atajar a los que se caen y a los más débiles.

Grandes defensores capaces de defender a nuestra gente de aquellos que se quieren robar la libertad y la justicia.

Volantes de marca que trabajan todo el partido desde el silencio, la humildad y la superación personal. Siempre aportando para el equipo y el bien común. Y, por supuesto, necesitamos volantes creativos capaces de hacer la jugada soñada por todos.

Este equipo de grandes incluye también a los delanteros: los que atacan. Siempre dispuestos al triunfo. Atacan con fuerza contra la pobreza, el desempleo, la inseguridad y que en el área nunca perdonan a la corrupción y al delito. Los que nunca son atrapados por la fascinación del poder total por sí mismo sino que lo buscan como un servicio para conducir a la victoria.

Hoy es nuestro turno. Tal vez por momentos no seamos conscientes de que seguimos siendo el único modelo válido para nuestros hijos. Aunque a veces equivoquemos el camino, sólo andando hacemos la historia. No dejemos que las complicaciones nos roben la esperanza de modificar el rumbo. No dejemos que sus ojos puestos en nuestro andar los confundan.

Detengámonos un instante y miremos a nuestro lado. Ahí, muy cerca nuestro, está cada uno de los integrantes de este equipo blanquiceleste.

En casa, el barrio y entre nuestros amigos... están los futuros campeones.

Nuestro país merece el esfuerzo...¡Nosotros nos lo merecemos!