17/9/09

Una larga espera

Una eternidad.... Cinco años que parecían siglos... Lo amaba tanto como él a ella. Y sin embargo no alcanzaba. Nada era suficiente para que su corazón se sintiera feliz. Al principio todo era color de rosa. Los proyectos inundaban la vida de adrenalina,miles de sueños a concretarse, el futuro que todo lo deparaba...Una familia que nacía para dar paso a la vida más feliz. Los días formaron meses y estos llegaron a ser años. Las miradas curiosas se sumaron a las preguntas indiscretas.Familiares, amigos y conocidos se sentían con el derecho a opinar, sugerir, aconsejar... El hielo se apoderó de sus almas y de sus manos. Se buscaban y no lograban darse calor. Bastaba mirarse a los ojos para que se llenaran de lágrimas. Cientos de hojas de almanaque con círculos que señalaban cada mes de frustración. Recorridas por cada consultorio o clínica que albergaban la esperanza de una solución mágica para su angustia. Nada valió la pena. Ella creía que un juzgado podía regalarle lo que la naturaleza y la ciencia le negaban. Él no concebía atravesar ese camino. Prejuicios, quizás. Inseguridad personal, tal vez. Esencialmente miedo!!!! Miedo a no saber dar respuestas. Miedo a no poder escuchar las preguntas. Miedo de no poder enfrentar el futuro incierto de una búsqueda de raíces para la que no estaba preparado. Ella, como siempre,lo acompañó en esta negación. No podía obligarlo.
Pero su sonrisa comenzaba a apagarse. Su alegría a desvanecerse. Su paciencia a agotarse. Ya no toleraba las preguntas curiosas ni los consejos bienintencionados. Sólo ella sabía el vacío que la acompañaba cada minuto de su vida.
Un día cualquiera, su amor comenzó a mirarla diferente. Parecía que de repente comenzaba a comprenderla. La tomó de la mano y, en un gesto de franco agradecimiento, pudo decirle: - No tengo derecho, no puedo seguir siendo tan egoísta. Sabés que no estoy seguro de poder... Pero si querés...lo intentamos. Te amo demasiado como para robarte el mayor sueño de tu vida.
Ella no daba crédito a lo que oía. No pudo más que abrazarlo mientras las lágrimas corrían a borbotones por sus mejillas. Al día siguiente, el despertador sonó más temprano que nunca. Con la documentación lista que llevaba años preparada en esa carpeta verde, salieron ambos abrazados rumbo a los tribunales. Esa mañana, comenzaron a formar parte de una lista extremadamente larga de soñadores como ellos, que buscaban en ese lugar un motivo para darle sentido a su vida. Volvieron a transcurrir los días y los años. La alegría no formaba parte de sus vidas, pero al menos ese hielo entre ellos había logrado derretirse. Trabajar.... Viajar... Compartir momentos con la familia... Tratando de poner todo de sí mismos en cada acto que realizaban. Ya se habían apagado las preguntas desubicadas. No cabían los consejos afectuosos. Le dieron paso a un silencio incómodo a veces, piadoso otras, cariñoso la mayoría del tiempo. Un jueves de septiembre el teléfono los desconcertó. Debían presentarse en ese tribunal que habían visitado tantas veces desde hacía cinco años. La pregunta tan esperada había llegado por fin. Fuera de tiempo, ya fuera de planes, tan lejos de la realidad que estaban viviendo en ese momento. Con los sueños casi archivados dentro de ese almanaque que los había visto sufrir tanto.
-Sí!!!! Claro que sí!!!! ¿Cuándo? ¿Mañana? ¿Ya mañana? Y sí..."mañana" fue ese viernes lluvioso "casi primaveral" en sus corazones. El día en que Morena, con sus dos meses de edad, se asomaba a la vida en una casa que no era la suya, pero que estaba inundada de un amor enorme, esperándola para verla crecer feliz.
Una eternidad...lo fue...pero bien valió la pena....


11 comentarios:

Gatadeangora dijo...

¡¡Que preciosa y esperanzadora entrada!!.
Hay miles de pareja que darian un trozo de su vida por tener entre sus brazos a una personita a quien dar todo su amor.
Debo de reconocer que nunca me he parado a pensar la angustia que es el no tener hijos cuando se desean,pero al leer tu relato me he dado cuenta del sufrimiento que acarrea la espera e incertidumbre de la adopción.

Besitos Gla

Stella dijo...

Que bueeno!!!
Solo las almas generosas adoptan niños ajenos! Grandes corazones que tienen la felicidad asegurada!
Me encantó!

Besoos

Patrycia dijo...

no hay espera sin desesperar pero bien vale la pena no?


beso con medio lluvia medio sol!=)

gamar dijo...

No debe ser nada fácil. Ni esperar lo que no llega ni la decisión de adoptar. Pero supongo que el premio luego borra todo lo sufrido.
Besos

Anónimo dijo...

Excelente post, me encantó.
El deseo de tener un hijo.Algo único!
Un beso
Lady Baires

Gla dijo...

Gatadeangora: Yo sé personalmente de esa angustia.La pasé antes de que mi hija al fin llegara.Y la gente que adopta tiene embarazos de años!!!!!

Stella: Tenés razón. ¿Vos decís que si alguien no se siente capacitado para adoptar es por egoísmo?

Patry: La sonrisa más grande que la cara es la respuesta a tantos años de angustia.

Gamar: Un hijo es lo mejor que podemos tener en la vida....Ya lo creo que borran cualquier sufrimiento previo...

Nosestamoshablando:Para mí no hubo momento más feliz en la vida que la llegada de mi hija. Daría cualquier cosa por revivirlo.

Rosana Colombo dijo...

Heeeermosa entrada!!! Hola Gla, feliz dìa atrasada. Besos cibernèticos

Gla dijo...

Yola: Larga espera la mía aguardando encontrarme con usted....Un alegrón verla por acá...

Soledad dijo...

qué lindo post!!
una hermosa mezcla de tristeza y alegría!...
Tuve hijos, pero de no haber podido hubiese adoptado... me parece uno de los gestos de amor más grandes del mundo.
Besos y buena semana!

Gla dijo...

Sole: Yo también...y aunque tuve a mi hija me hubiera gustado hacerlo...pero no es una decisión que se tome en sledad....

DeepBlueSky dijo...

Madre es aquella que gesta a su hijo en el corazón, no solo la que lo lleva durante 9 meses en el vientre...
Que bello post amiga.