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Quiero Volver a Confiar (Extraído de la web pero lo siento mío)
Fui criado con principios morales comunes: Cuando era niño, madres, padres, profesores, abuelos, tíos, vecinos eran autoridades dignas de respeto y consideración. Cuanto más próximos o más viejos, más afecto. Inimaginable responder maleducadamente a los más ancianos, maestros o autoridades. Confiábamos en los adultos porque todos eran padres , madres o familiares de todos los chicos de la cuadra, del barrio, de la ciudad. Teníamos miedo apenas de lo oscuro, de los sapos, de las películas de terror. Hoy me dio una tristeza infinita por todo lo que perdimos. Por todo lo que mis nietos un día temerán. Por el miedo en la mirada de los niños, jóvenes, viejos y adultos. Derechos humanos para criminales, deberes ilimitados para ciudadanos honestos. No tomar ventaja, es ser idiota. Pagar deudas al día es ser tonto... Amnistía para los estafadores... ¿Qué pasó con nosotros? Profesores maltratados en las aulas, comerciantes amenazados por traficantes, rejas en nuestras...
Triunfar en la vida... (A mi viejo...)
¿Cómo se mide el triunfo o el fracaso en la vida de alguien? De muy chico ni siquiera eran palabras que pudieran colocarse dentro de sus prioridades. No estoy segura de que conociera siquiera su significado. Llegar a la noche y encontrar un plato de sopa caliente sobre la mesa era el mayor triunfo al que podía aspirar en ese entonces. Sí supo, y cómo, desde muy temprana edad el sentido de la palabra sacrificio. Kilómetros y kilómetros caminaba a través del campo para llegar a la escuela , esa escuela a la que no podía faltar, porque le daba su almuerzo e intentaba mostrarle que podía aspirar a un futuro mejor. Esa misma escuela que lo discriminó por no tener su guardapolvo blanco y transformó esa experiencia en un dramático recuerdo que los años no supieron borrar. Entendió desde siempre que sin trabajo duro nada se lograba en la vida. ¿Quién dijo que ser pobre es el camino que lleva a la delincuencia? Esa es la opción de los seres que n...
Comentarios
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No saber lo que uno quiere es muy diferente a no poder lo que se quiere.
En eso nadie puede ayudarte.
Pero tal vez sea solamente ir haciendo pequeñas cosas que uno quiere y de a poco, al ver que se puede, el ánimo en general se va levantando.
Alejarse de la gente mala onda también es buen remedio. Yo los esquivo, los ignoro y me armo mi propio mundo sin dejar que me contagien.
Besos y ánimo que ya se vienen las vacaciones.
Muchas veces por mas que lo intentemos, hay que reconocer las propias limtiaciones, y si lo que queremos implica la voluntad de otra persona, más todavía. Pero sirve como principio de quien no se arremanga por lo que quiere no llega a ningun lado.
un beso