Fui criado con principios morales comunes: Cuando era niño, madres, padres, profesores, abuelos, tíos, vecinos eran autoridades dignas de respeto y consideración. Cuanto más próximos o más viejos, más afecto. Inimaginable responder maleducadamente a los más ancianos, maestros o autoridades. Confiábamos en los adultos porque todos eran padres , madres o familiares de todos los chicos de la cuadra, del barrio, de la ciudad. Teníamos miedo apenas de lo oscuro, de los sapos, de las películas de terror. Hoy me dio una tristeza infinita por todo lo que perdimos. Por todo lo que mis nietos un día temerán. Por el miedo en la mirada de los niños, jóvenes, viejos y adultos. Derechos humanos para criminales, deberes ilimitados para ciudadanos honestos. No tomar ventaja, es ser idiota. Pagar deudas al día es ser tonto... Amnistía para los estafadores... ¿Qué pasó con nosotros? Profesores maltratados en las aulas, comerciantes amenazados por traficantes, rejas en nuestras...
Comentarios
¡Abrazo fuerte!
El mito del eterno retorno, mire.
Beso grande.
Lao: Sí, pero nadie cambia tanto como para traicionar sus principios.....tal vez muestra por fin que sus valores eran otros...
Verónica...Puede ser....pero mientras no perdamos nuestra esencia...
Es decir. Yo nunca me voy a volver un humanista. Tal vez si me ponga más antisocial que nunca.
Ultimamente me dicen que cambié mucho. Pasa que quiero hacer las cosas que quiero hacer y estoy dejando de ponerme en último lugar en la lista de prioridades como venía pasando en los últimos años. Que ya fueron demasiados.
Cuando notamos que los que están a nuestro alrededor demuestran esos cambios, deberíamos alegrarnos y acompañarlos en esa liberación, aunque casi nunca pasa así.
Eso es lo que su texto me despertó contarle, pero intuyo que cuando escribía se refería a otra cosa.
Como sea, le dejo un beso y disculpe por tardar tanto en volver.