Cuando la naturaleza emociona...
Por esos caminos escondidos de mi país, emprendimos la travesía... Senderos apenas marcados en los mapas nos invitaron al misterio, a la magia, al asombro... El sol, siempre el sol, mudo testigo en el camino, y nuestro auto, compañero incondicional de nuestra locura... Cada paso, cada curva, cada abismo, iban descubriendo esas postales que quedarán para siempre en nuestra mente y en nuestro corazón...hermosas, irreales, más nítidas en nuestra cabeza que en la propia fotografía... Una invitación permanente al disfrute, a la soledad, al silencio, a la inmensidad, al encuentro con uno mismo... De repente nos lanzamos a cruzar fronteras, esas que no pone la naturaleza y los humanos inventamos para sentirnos poderosos... Llegaron otros olores, otros sabores, otras imágenes...ajenas, lejanas,desconocidas... Interesantes, despertaron la curiosidad y la intriga... Pero se adueñaron de la nostalgia infinita por volver a las raíces, esas que dan seguridad, que hacen que, a pes...