27/3/12

Que 20 años no es nada...dice el tango...

Hace veinte años empezábamos a formar una familia.
Tres años antes comenzábamos a soñarla.
Más de media vida juntos...es mucho tiempo si se cuenta en días, meses, años.
No es nada si uno lo mide con la rapidez con que cada una de esas etapas se nos escurrieron entre los dedos.
Cada una fue vivida en plenitud...
Cada proyecto compartido, cada locura emprendida,...Esas ideas  que comenzaron siempre como juegos y se fueron convirtiendo una a una en hermosas realidades.
Nos acompañamos siempre en los sueños individuales, dejando de lado los egoísmos personales, sin importar qué había que arriesgar para lograrlo... 
Más de una vez, muchos pares de ojos nos miraban con asombro frente a decisiones que tomábamos. Siempre supimos que valían la pena.Y nos tiramos de cabeza sin dudar... 
Obvio que atravesamos tormentas, desafiamos tempestades y cuando la calma llegaba, siempre, indefectiblemente, volvimos a elegirnos.
Nuestra princesa llegó a completar ese sueño, fuimos felices como nunca antes...
Supimos a partir de ese momento que ya no éramos lo más importante el uno para el otro. Había un sentimiento que superaba el nuestro. Fue ese día cuando conocimos realmente el significado de la palabra AMOR.
Sin dudas. Sin ningún tipo de dudas... Fue un contrato de por vida. Primero ella, siempre... Y eso nos hizo más fuertes como pareja...
Supimos abrazarnos muy fuerte los tres, tratando de que nada nos lastimara. Casi siempre pudimos. A veces no lo logramos. Pero lo importante es que ahí estabamos, los tres, agarrándonos con firmeza para contenernos y protegernos. Más unidos que nunca...
Esta celebración de nuestros veinte años nos encuentra en plenos preparativos para los quince de nuestra hija. 
Muchas emociones se movilizan, es hacer permanentemente un viaje por el túnel del tiempo...
Mucha agua pasó bajo el puente...
Afectos que hoy ya no están y acompañaron una parte de nuestro camino. Fue bueno mientras estuvieron...
Otros que siempre apostaron a nosotros como pareja y nos ayudaron a sortear obstáculos. 
Esos que cruzan cada tanto nuestro camino y disfrutan con nosotros de nuestras alegrías.
Esos otros que se volvieron indispensables, porque no necesitamos contarles qué nos pasa...Lo viven con nosotros y nos acompañan mejor que nadie.
Hoy, cuando miro para atrás, me doy cuenta que soy feliz, que siempre lo fui. Que la vida ha sido y sigue siendo, muy generosa conmigo. Somos grandes luchadores...Seguro que nos equivocamos muchas veces, pero con la convicción de que valía la pena intentarlo.
¡Gracias a todos los que a través de estos años eligieron compartir nuestro camino y hoy son parte de esta felicidad! Y, los que por algún motivo, hoy no están con nosotros, sepan que, de una manera u otra,  también nutrieron esta felicidad de la que hoy disfrutamos.
Hoy, como hace veinte años, nos encontramos con las manos y el corazón unidos.
Y, dentro de poco más de un mes, estaremos los tres felices como nunca...CELEBRANDO NUESTRA VIDA!!!