31/12/13

CATARSIS DE FIN DE AÑO


Otro año que se termina...Somos muchos los que hacemos balances...
Miro para atrás y veo un año a puro aprendizaje: de reencuentro conmigo misma y de aceptación de lo que el otro es y de lo que no es o nunca fue.
Me veo lejos de esa que apostaba a la incondicionalidad, a la entrega sin reparos...
Hoy puedo pensar más en mí misma...
Sí con la tranquilidad de ser coherente con mi forma de sentir y pensar, a pesar de no ser siempre aprobada por la gente que me rodea. Pero hoy eso, por fin, ya no tiene importancia...
Hoy elijo aprobarme a mí misma. más allá de lo que el otro piense.
Hoy elijo estar lo más cerca que puedo de la gente que quiero y que siento que me quiere de verdad. Y disfrutarlos!
Hoy pretendo dejar de sufrir por esas personas que parecen estar cerca y nunca lo estuvieron. Quizás también me dieron lo mejor que pudieron...
Hoy sé que puedo elegir: qué quiero y qué no. Y actuar en consecuencia....
Hoy tengo claro qué lugar ocupa cada persona en mi vida y qué lugar ya no permito que ocupe nadie.
No todos pudieron acompañarme en este camino de priorizar lo que me hace bien a mí, y los entiendo. Mucho tiempo los tuve acostumbrados a otra cosa.
En medio de esta catarsis se me cruzan muchas caras y sensaciones de lo vivido con cada uno a lo largo de la historia compartida.
Hoy agradezco tener a quienes tengo en mi vida, ya no lamento tanto quienes por algún motivo decidieron no formar parte y también les agradezco lo que aportaron a mi crecimiento como persona.
Me debo estar poniendo vieja...Pero a este 2014 sólo le pido PAZ...En todas sus versiones. Más paz social, la que tanta falta nos hace. Paz entre los seres que aprecio y paz y armonía personal. Que las cosas que nos toquen vivir, buenas o no tanto, podamos atravesarlas sin perder la paz. Que seamos capaces de no deteriorar la paz de nadie, ni la nuestra...
Y si además viene acompañada de más bendiciones...serán bienvenidas.
Este 31 a las doce brindaré por todos, por cada uno y también por mí... 

13/11/13

7/11/13

Para pensar...

21/10/13

Queriendo volver....



Tratando de apoderarme de este rinconcito tan intimo tan mío, otra vez...
Mientras voy buscando el rumbo, los invito a releer...

                                                                 (Clic  en la imagen)


18/7/13

Otro 20 de Julio



Cada vez que pienso en las fechas en las que  se conmemora “el día de…” siento lo mismo.
Por un lado creo que uno debería demostrar el afecto a esas personas todos los días de su vida. Pero por otro lado es una buena excusa para esas demostraciones que no hacemos tan  a menudo.
A medida que pasa el tiempo mi concepto de la amistad se mantiene en su esencia, pero va adquiriendo año tras año otra forma.
Sigo creyendo que no hay amistad que pueda sostenerse a la distancia.
Y cuando hablo de distancia no me refiero a la proximidad física.
Hablo de esa distancia que ponen los corazones, ya sea por desidia, por apatía o por real falta de interés.
Uno no necesita ver al otro todos los días para estar al tanto de su vida, para compartir lo que le pasa, lo que siente... Pero sí buscar caminos de  acercamiento para ser parte de esa historia.
No concibo la amistad que  mantiene su título “por antigüedad”, sólo porque algún día uno fue amigo del otro.  La amistad se riega todo el tiempo para que no se seque.
Creo en el afecto que se sostiene por una historia compartida, pero ser amigo es otra cosa…
A mis amigos no necesito sentarlos a ponerlos al día de lo que me pasa. Sencillamente lo saben. Porque no hay excusa que impida que estemos en contacto. Uno cuando quiere a alguien de verdad, el tiempo lo busca… O lo inventa…
En  esta época de comunicación por excelencia, sólo está lejos quien decide estarlo.
Hubo un tiempo en que siempre estaba al pie del cañón, atenta a todo y a todos.
Hasta que decidí por fin estar atenta a mí misma. Y al mirar a mi alrededor pude ver  quiénes en realidad están cerca.
¿Alguna desilusión? Más de una…
Pero la vida también es eso… ¡Aprendizaje!
Quizás a quienes creía amigos no lo eran tanto, o más bien yo me creía amiga y tenía una percepción errada de esa relación.
O simplemente creía ver personas que no eran.
Los años sirven para algo, además de para peinar canas.
Y hoy, sé que no tengo todos los amigos que hubiera querido de más joven. Pero también sé que quiero a los pocos que tengo y que sé que realmente me quieren bien.
¿Si hoy me da tristeza? Ya no. Aprendí a aceptar que el otro tiene derecho a alejarse o, más bien, a no acercarse, porque siempre fui yo quien lo hizo. Aprendí a disfrutar de los momentos que aún pueden compartirse. A recordar viejas historias aunque las nuevas no se compartan. Y a no guardar rencor por lo que hubiera querido que fuera. Pero tampoco acepto que se me pasen facturas.
Y disfruto de esas personas que me eligen todos los días, así como yo también los elijo. Los que tienen un pañuelo a mano cuando la vida me da alguna cachetada. Los que me prestan la oreja cuando las preocupaciones me agobian. Los que comparten el asado o la pizza, sin motivo, sin cumpleaños de por medio. Los que me permiten compartir sus vivencias como comparten las mías.
De esto se trata la felicidad…
De disfrutar lo que la vida nos ofrece y no padecer por lo que nos niega.
Por todo eso, les deseo un feliz día… A mis amigos de ayer, por la etapa compartida, a los de ayer que también decidieron ser parte de mi hoy, y a quienes la vida me va regalando la oportunidad de conocer y disfrutar.
Y a todos, sólo les digo que siempre fui y seré  la mejor amiga que puedo ser.

 Gracias a todos por formar parte de mi vida! Todos me enriquecieron y me ayudaron a ser más feliz.

9/3/13

Es así...






Creo que tanta escuela de monjas me quemò el cerebro. Eso de pensar en el otro y poner la otra mejilla… Siempre sentí que  porque por algún motivo los demás merecían màs atención que yo misma. Y juro que jamàs me pesò hasta hace poco más de un año.
Nunca di  motivos para que tuvieran que poner  demasiada atención en mì: alguna que otra enfermedad, casarme y tener a mi hija. Los pocos momentos en que esa dinámica cambiò
Que siempre fui temperamental es cierto (Aunque para algunos eso sea histeria), que tratè de pensar en lo que todos necesitaban y en estar al pie del cañòn también. Que eso es culpa mìa y nadie tiene responsabilidad sobre eso es obvio.  Que sòlo yo me ganè ese lugar de mierda es asì.
Està claro que equivoquè el camino, que pensar en los demás primero y buscar conciliar  lo único que provocò con los años fue que nadie pensara un poco en mì, ni siquiera yo.
Cuando descubrì por fin que la única que puede ocuparse de lo que me pasa soy yo misma y empecè a priorizar mis propias necesidades. lo único que conseguí fue alejarme de todos. Porque nadie estuvo dispuesto a otorgarme ese privilegio. Parece que yo no tengo ese derecho. Y se me cobraron una  a una todas las facturas. Y me las merezco por vivir creyendo que a los demás les importo lo mismo que ellos a mì. Y ese es mi error màs grave: vivir esperando del otro lo que nunca quiso darme.
Siempre me anticipè a lo que todos podìan necesitar y cuando yo necesitè que alguien empezara a pensar  en mì sòlo encontrè una distancia que jamàs pude predecir-
Tambièn tengo que reconocer que mi exceso de sinceridad no es cómodo para nadie. Pero no concibo la vida desde la postura cómoda de callar lo que uno piensa sòlo para no crearse problemas.
Y acà està el resultado.  Yo, que miro por primera vez què me pasa y ustedes cada vez màs lejos. Y no los culpo, sòlo yo soy la responsable de que las cosas sean asì, pero tambièn sè que  no me lo merezco. Que pude equivocarme mucho pero siempre pensando en todos. En todos, menos en mì. Y ahora lo estoy pagando.
Ya es tarde para que les importe que a mì también me pasan cosas, que también puedo necesitarlos. Y soy consciente de eso. Yo no pido que nada cambie, sòlo estoy tratando de cambiar yo. Pero tampoco voy a aceptar que me lo reprochen.  Hubo mucho tiempo en que hice todo lo contrario y acà tengo los resultados. Ojalà en algún momento podamos reencontrarnos