Otro año que se termina...Somos muchos los que hacemos balances...
Miro para atrás y veo un año a puro aprendizaje: de reencuentro conmigo misma y de aceptación de lo que el otro es y de lo que no es o nunca fue.
Me veo lejos de esa que apostaba a la incondicionalidad, a la entrega sin reparos...
Hoy puedo pensar más en mí misma...
Sí con la tranquilidad de ser coherente con mi forma de sentir y pensar, a pesar de no ser siempre aprobada por la gente que me rodea. Pero hoy eso, por fin, ya no tiene importancia...
Hoy elijo aprobarme a mí misma. más allá de lo que el otro piense.
Hoy elijo estar lo más cerca que puedo de la gente que quiero y que siento que me quiere de verdad. Y disfrutarlos!
Hoy pretendo dejar de sufrir por esas personas que parecen estar cerca y nunca lo estuvieron. Quizás también me dieron lo mejor que pudieron...
Hoy tengo claro qué lugar ocupa cada persona en mi vida y qué lugar ya no permito que ocupe nadie.
No todos pudieron acompañarme en este camino de priorizar lo que me hace bien a mí, y los entiendo. Mucho tiempo los tuve acostumbrados a otra cosa.
En medio de esta catarsis se me cruzan muchas caras y sensaciones de lo vivido con cada uno a lo largo de la historia compartida.
Hoy agradezco tener a quienes tengo en mi vida, ya no lamento tanto quienes por algún motivo decidieron no formar parte y también les agradezco lo que aportaron a mi crecimiento como persona.
Me debo estar poniendo vieja...Pero a este 2014 sólo le pido PAZ...En todas sus versiones. Más paz social, la que tanta falta nos hace. Paz entre los seres que aprecio y paz y armonía personal. Que las cosas que nos toquen vivir, buenas o no tanto, podamos atravesarlas sin perder la paz. Que seamos capaces de no deteriorar la paz de nadie, ni la nuestra...
Y si además viene acompañada de más bendiciones...serán bienvenidas.
Este 31 a las doce brindaré por todos, por cada uno y también por mí...
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