¿Será que tenemos alma de presos? Llega esta altura del año y nos convertimos sin querer en esmerados contadores de los días, horas y minutos que nos faltan para llegar al 31 de diciembre. Las vacaciones son la mejor e indiscutible excusa. ¿Quién no las espera? Y cuánto mejor si vienen con aroma a mar, sierras o cualquier lugar que nos transporte por unos días a otra frecuencia. Pero más allá de eso, pareciera que el cambio "numérico" de año fuera mágico. Si el 2010 fue de esos años memorables, en que la vida no se cansó de sonreírnos, no queremos que termine. Por las dudas...para no cambiar la racha... Si por el contrario, fue de esos francamente olvidables, creemos que sólo por llegar el Año Nuevo, nuestra suerte cambiará en 24 hs. Están los años en que se nos da por hacer balances. Están los años en que la vida nos cambia por completo...para bien o para mal..... Están los años en que sencillamente querés que se terminen para renovar pilas, descanso mediante.Nad...