Un domingo especial. muy esperado ansiosamente año tras año....Antes por ser niña y esperar el agasajo, después por ser quien preparaba las sorpresas, envolvía los regalos y deslumbraba con desayunos impresionantes....Hoy, con esa mezcla de nostalgia y placer....
Mi hija, con sus catorce años esperando que nos acordemos de la nena que todavía es, celebrando que sus abuelos se "autoinvitaran" al almuerzo familiar en su honor, planificando el encuentro con sus amigas para más tarde. Y ese par de horas que la transformaron.... Pasando de ser la nena mimada de mamá y papá y sus abuelos, a la princesita que se prepara para otro cumpleaños de quince: con pollera corta, altos zapatos de taco, sombra en esos ojitos que siguen hablando por sí solos......Y yo, mirando a lo lejos...Con la alegría de saber que es una mujercita que tiene unos valores increíbles y con el placer de verla disfrutar de la adrenalina que estos eventos le producen...
Pero una terrible nostalgia me atrav...