27/8/22

Sin palabras

Debía decirle tantas cosas en aquél momento… Podía ser más sutil, menos directa. Buscar palabras que suavizaran esa tormenta que estaba latente. Tal vez tomarlo de las manos y mirarlo a los ojos sin hablar. Esperar que se me adelantara. Mis ojos habrían sabido anticiparle que cualquier nueva mentira desataría el infierno. O tal vez, lo mejor sería guardar silencio sobre los sentimientos que me habitaban. Más bien no debía haberlo citado. Quizás no fue buena idea. Mis impulsos me ganaron la pulseada. Él se merecía la catarata de verdades que ignoré durante todo un año. Verdades que habían ido destruyendo el castillo de naipes que fingió ser una fortaleza por tanto tiempo. Él me puso en ese oscuro lugar y no era justo que lo atravesara sola. No al menos sin que escuchara todo lo que con su accionar había provocado en mí. El era el amo de aquél infierno en el que me arrojó con sus mentiras. De repente una idea se apoderó de mí. Le mandé un mensaje a ella. Le pedí que viniera con urgencia. El bar quedaba en la esquina de su casa. Era la única manera de quitarle su corona. - ¿Vas a decirme de qué se trata todo esto?- preguntó nervioso. - Estamos esperando a alguien- le respondí Justo en ese momento hizo ella su aparición triunfal, con esa sonrisa que la caracterizaba. Quedó petrificada al vernos a los dos. Sus aires de princesa se volatilizaron. - Acercate- le dije tan calma como nunca me imaginé. Lúgubre silencio. - Los presento. Mi marido, es decir, mi ex marido desde este momento-dije señalándolo. - Mi mejor amiga- balbuceé apenas- Porque lo eras, ¿no? - No es lo que pensás- dijeron a dúo. - No pienso nada. Ya por fin dejo de pensar-dije con el ama helada y el corazón inerte. Tomé mi celular. Les reenvié los videos y fotos que habían hecho caer la venda de mis ojos. Sus teléfonos sonaron al unísono. Se miraron espantados. Guardé el mío en mi bolso. Di vuelta sobre mis pasos hacia mi auto sin volver a mirarlos. No hubo necesidad de palabras. Estaba todo dicho. Me senté, ajusté mi cinturón y puse primera. Ya no había lugar para dar marcha atrás. Mi vida volvía a empezar. ...................................................................................................................................... Si te gusta lo que escribo y querés apoyar mi sueño de poder publicar mi primer libro, podés hacerlo haciendo clic aquí: https://cafecito.app/simplementegla1202 Gracias!