Un secreto bien guardado

Eran compañeros de trabajo, el tiempo y el afecto los convirtió en amigos. Amigos de esos que se defienden a capa y espada... Una amistad no declarada, una amistad implícita. Una relación que los gratificaba sin condiciones ni requisitos. Quizás ni ellos mismos sabían qué tan amigos podían llegar a ser. Mujer y hombre...¿Mala fórmula para una amistad? Ellos sabían que eran la fórmula perfecta. Se complementaban y le regalaban al otro la mitad de la mirada que le faltaba. Aunque mirándolo bien, quizá no tanto... Como en todas las relaciones de la vida, el hombre y la mujer nunca están parados en el mismo lugar con respecto al otro.Rara vez miran la vida a través del mismo cristal. Un día, ella descubrió su secreto mejor guardado...Él nunca lo supo, o si lo intuyó eligió no darse por aludido. La conocía lo suficiente como para saber que si se daba por enterado, no iban a poder volver sobre sus pasos. Ella creyó que su amistad era lo suficientemente profunda como para que él le confi...