Princesa de mi cuento
Como las
princesas
Que en
los cuentos nocturnos
Te
invitaban a atravesar
Tus más
profundos sueños…
Así
imaginabas TU noche
Luminosa,
mágica, etérea…
Sintiéndote
de a ratos una de ellas.
Quince
velas,
Quince
ilusiones.
Quince
hermosos años…
Detrás de
ese final de cuento
Que a esa
altura de la vida
Parecía tan pero tan lejano.
Aún no te
levantabas del suelo
Y tus
ojos infantiles se asombraban
Mirando vestidos
largos y sedosos
Que desde
las vidrieras te atrapaban.
Creciste
tan pero tan rápido
Mi bebé,
mi nena, mi reina.
Ni el más
audaz de los calendarios
Se animó
a anticiparme ni remotamente
Que el
momento de concretar tu sueño llegaría.
Y sería
sin quererlo lapidario.
Cuándo
pasó que no me di cuenta
En dónde
quedaron tus dos largas trencitas
Esos ojos
picarones de pequeña
Y tu
merienda de leche y galletitas,
Un día
desperté y te vi grande
A mi
pesar pensé con alegría
Cómo fue que esta vida insolente
Además de
tu metro setenta y pico
Te regaló
ideales aún más altos que tu talla
Que te
hacen ser por sobre todo buena gente.
Y llegó
al fin la noche ansiada
Mezcla de
sensaciones y vivencias
Rodeada
de lo seres que te quieren tanto
Sin
importar para nada las apariencias.
Tu
vaporoso vestido violeta
Fue
testigo de lágrimas, risas y emociones
Qué decir
de tus afectos incondicionales
Puro
encuentro de corazones.
Quince
velas,
Quince
ilusiones.
Quince
hermosos años…
Fue el final
feliz de una historia
el
principio de tantas otras
Fuiste
por fin la princesa de tus cuentos
Pero en
tus ojos aún se adivinaba
Ese bebé,
esa nena, esa reina
Que antes
de que nacieras yo soñaba
.
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