Te soñé…
Te soñé tantas veces, tantos años…
Dormida, despierta…haciendo planes, acunando ilusiones, llorando muchas veces…
Un hermoso fin de semana de agosto descubrimos que ya dejabas de ser un sueño para convertirte en la más hermosa de las realidades…No fue fácil… Fueron muchos meses de cuidarte mucho, mucho, para que nada malo te pasara…Y vos, siempre tan fuerte, te agarraste a mami con tus manitos deseosas de explorar el mundo y juntas logramos por fin mirarnos a los ojos ese inolvidable 10 de mayo que me cambió la vida para siempre.
Creciste feliz, llenando de magia cada rincón de la familia…
Fuiste la sonrisa de tus abuelos, el entusiasmo de tus tíos, la alegría de nuestros amigos…
Cada año, cada mes, cada día, se convirtió en una aventura increíble, en la que tus bracitos nos enseñaban esta dificilísima pero emocionante tarea de ser papás….
Tus primeros dientes, las primeras palabras, tus pasitos temblorosos al comienzo, convirtiéndose en caminatas seguras y firmes después…dejaban atrás al bebé que habíamos soñado tanto, dándole paso a una hermosa nena que disfrutaba de cada experiencia, de cada aprendizaje y que buscaba nuestro apoyo para sentirse más segura…
Llegó el jardín, la pérdida de esos primeros dientitos, el comienzo de la escuela primaria, tus primeras cartitas….Y de a poquito, y sin que pudiéramos detener el reloj, el tiempo le fue dando paso a esta “pequeña señorita” que sos hoy….
Te soñé, claro que te soñé…Pero en ninguno de mis sueños te vi tan hermosa, sensible, afectuosa y buena gente como resultaste ser…La realidad superó a mis sueños de tal manera, que hoy necesito decirte: Hija, sos el mejor regalo que pudo haberme dado la vida. Ya quedaron tan lejos esos tiempos en los que parecías un sueño imposible de ser cumplido…Con cada beso, cada sonrisa y cada caricia, pagaste todas las lágrimas que derramamos cuando pensábamos que nunca llegarías.. Papi y yo estamos muy orgullosos de vos, de verte crecer con tanta seguridad en lo que pensás, con tan buenos sentimientos por las personas y por el valor que estás logrando darle al esfuerzo y a la responsabilidad…
A pesar de que a veces no estemos muy de acuerdo, o de que sientas que te pido cosas que no querrías hacer, quiero que sepas que te quiero más que a nada en el mundo y que todo lo hacemos pensando en lo mejor para vos…Perdón por nuestros errores, seguro que los cometemos….Pero nunca olvides que estoy muy orgullosa y feliz de que seas mi hija. Te amo…
Te soñé tantas veces, tantos años…
Dormida, despierta…haciendo planes, acunando ilusiones, llorando muchas veces…
Un hermoso fin de semana de agosto descubrimos que ya dejabas de ser un sueño para convertirte en la más hermosa de las realidades…No fue fácil… Fueron muchos meses de cuidarte mucho, mucho, para que nada malo te pasara…Y vos, siempre tan fuerte, te agarraste a mami con tus manitos deseosas de explorar el mundo y juntas logramos por fin mirarnos a los ojos ese inolvidable 10 de mayo que me cambió la vida para siempre.
Creciste feliz, llenando de magia cada rincón de la familia…
Fuiste la sonrisa de tus abuelos, el entusiasmo de tus tíos, la alegría de nuestros amigos…
Cada año, cada mes, cada día, se convirtió en una aventura increíble, en la que tus bracitos nos enseñaban esta dificilísima pero emocionante tarea de ser papás….
Tus primeros dientes, las primeras palabras, tus pasitos temblorosos al comienzo, convirtiéndose en caminatas seguras y firmes después…dejaban atrás al bebé que habíamos soñado tanto, dándole paso a una hermosa nena que disfrutaba de cada experiencia, de cada aprendizaje y que buscaba nuestro apoyo para sentirse más segura…
Llegó el jardín, la pérdida de esos primeros dientitos, el comienzo de la escuela primaria, tus primeras cartitas….Y de a poquito, y sin que pudiéramos detener el reloj, el tiempo le fue dando paso a esta “pequeña señorita” que sos hoy….
Te soñé, claro que te soñé…Pero en ninguno de mis sueños te vi tan hermosa, sensible, afectuosa y buena gente como resultaste ser…La realidad superó a mis sueños de tal manera, que hoy necesito decirte: Hija, sos el mejor regalo que pudo haberme dado la vida. Ya quedaron tan lejos esos tiempos en los que parecías un sueño imposible de ser cumplido…Con cada beso, cada sonrisa y cada caricia, pagaste todas las lágrimas que derramamos cuando pensábamos que nunca llegarías.. Papi y yo estamos muy orgullosos de vos, de verte crecer con tanta seguridad en lo que pensás, con tan buenos sentimientos por las personas y por el valor que estás logrando darle al esfuerzo y a la responsabilidad…
A pesar de que a veces no estemos muy de acuerdo, o de que sientas que te pido cosas que no querrías hacer, quiero que sepas que te quiero más que a nada en el mundo y que todo lo hacemos pensando en lo mejor para vos…Perdón por nuestros errores, seguro que los cometemos….Pero nunca olvides que estoy muy orgullosa y feliz de que seas mi hija. Te amo…
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