Torbellino interior
Un domingo especial. muy esperado ansiosamente año tras año....Antes por ser niña y esperar el agasajo, después por ser quien preparaba las sorpresas, envolvía los regalos y deslumbraba con desayunos impresionantes....Hoy, con esa mezcla de nostalgia y placer....
Mi hija, con sus catorce años esperando que nos acordemos de la nena que todavía es, celebrando que sus abuelos se "autoinvitaran" al almuerzo familiar en su honor, planificando el encuentro con sus amigas para más tarde. Y ese par de horas que la transformaron.... Pasando de ser la nena mimada de mamá y papá y sus abuelos, a la princesita que se prepara para otro cumpleaños de quince: con pollera corta, altos zapatos de taco, sombra en esos ojitos que siguen hablando por sí solos......Y yo, mirando a lo lejos...Con la alegría de saber que es una mujercita que tiene unos valores increíbles y con el placer de verla disfrutar de la adrenalina que estos eventos le producen...
Pero una terrible nostalgia me atraviesa el alma. No puedo evitar extrañarla. Extraño la nena que fue: su sonrisa permanente, sus mimos a cualquier hora, su energía que contagiaba.
Hoy todo eso sigue presente pero a cuentagotas. La sonrisa escasea en casa y abunda con sus amigos. Los mimos aparecen cada vez que tiene ganas (Más con el papá que con la mamá, obvio). Energía? Qué es eso?Ahhhh, sí, la que utiliza para navegar por la web, salir con las amigas y hablar por teléfono....
Es normal.... es de libro.... Corresponde que así sea.... Pero juro que me cuesta de verdad atravesar esta etapa... Sabía que llegaría pero no que me resultara tan cuesta arriba...
Y eso que "es buenita", "no da trabajo"...como dicen las abuelas.... Por tranquila que una adolescencia asome, es un sismo en los sentimientos de mamás como yo, que en algún momento soñamos con "tener un bebé".... Sin darnos cuenta que eso, duraría muy poco tiempo....
Mi hija, con sus catorce años esperando que nos acordemos de la nena que todavía es, celebrando que sus abuelos se "autoinvitaran" al almuerzo familiar en su honor, planificando el encuentro con sus amigas para más tarde. Y ese par de horas que la transformaron.... Pasando de ser la nena mimada de mamá y papá y sus abuelos, a la princesita que se prepara para otro cumpleaños de quince: con pollera corta, altos zapatos de taco, sombra en esos ojitos que siguen hablando por sí solos......Y yo, mirando a lo lejos...Con la alegría de saber que es una mujercita que tiene unos valores increíbles y con el placer de verla disfrutar de la adrenalina que estos eventos le producen...
Pero una terrible nostalgia me atraviesa el alma. No puedo evitar extrañarla. Extraño la nena que fue: su sonrisa permanente, sus mimos a cualquier hora, su energía que contagiaba.
Hoy todo eso sigue presente pero a cuentagotas. La sonrisa escasea en casa y abunda con sus amigos. Los mimos aparecen cada vez que tiene ganas (Más con el papá que con la mamá, obvio). Energía? Qué es eso?Ahhhh, sí, la que utiliza para navegar por la web, salir con las amigas y hablar por teléfono....
Es normal.... es de libro.... Corresponde que así sea.... Pero juro que me cuesta de verdad atravesar esta etapa... Sabía que llegaría pero no que me resultara tan cuesta arriba...
Y eso que "es buenita", "no da trabajo"...como dicen las abuelas.... Por tranquila que una adolescencia asome, es un sismo en los sentimientos de mamás como yo, que en algún momento soñamos con "tener un bebé".... Sin darnos cuenta que eso, duraría muy poco tiempo....
Comentarios
Tal vez me agarre cuando crezca la última, pero por ahora, cuando una crecía, venía otra. Y yo creo que para sentirse joven nada como tener un chiquito en casa. No se como será en 10 años.
Feliz día.
Gamar: Sí, me gusta el tango....masoquismo puro,no?
Cada cosa con su etapa, es cierto!!!
Cariños!!!
No se crea la única KODAK dando vueltas por ahí, eh!!!
Princesa Adora: Bienvenida al club de las "enrolladas"!
Por mi está bien. A quejoso no me gana nadie, pero no, por ahora el tango no me mueve ni un pelo. Hay quienes dicen que con los años me va a gustar.
Saludos
Pero además, ni el ritmo ni las armonías del tango jamás llegaron a provocarme nada, no se.
Le dejo un beso.