12/9/09

Tal vez sea tarde... (Tercera parte)

Primera parte


Segunda parte


Tercera parte

Afuera llovía torrencialmente, su abrigo rojo seguía aún a los pies de su cama... Ella , tendida desde hacía horas con la vista fija en el techo. De repente, un pálpito hizo que se sobresaltara. ¿Era su celular el que sonaba? Lo miró con ansiedad, a la espera de ese llamado que hacía meses no llegaba. Constató que seguía apagado, tal como ella lo había decidido en cuanto salió del trabajo. ¿Cómo justificaría esa tarde de ausencia? Ningún médico receta ni da licencias por mal de amores. Comenzó a pensar seriamente en cambiar el rumbo, en tomar la decisión que le devolviera su vida. Tomó del revistero el diario de esa mañana y abrió decidida la página de los clasificados. Aún era joven, pero no parecía serlo para las empresas que buscaban empleados que apenas habían abandonado la secundaria. A medida que su dedo avanzaba por los avisos, su alma se arrugaba al ver desaparecer la posibilidad de ganarse la vida en otro lugar lejos de él. Por su mente comenzaron a transcurrir miles de situaciones compartidas. Tantas veces trabajando codo a codo, luchando por los mismos ideales en contra de la deshumanización que diariamente esa rutina les ofrecía. Muchos momentos en común, que les fueron permitiendo conocerse, hacerse amigos y sentir que su espalda estaba siempre cubierta aunque no estuviera presente, sólo porque el otro estaba para hacerlo. Mirarse y entenderse eran sinónimos. Las bromas intercambiadas eran el arcoiris que los salvaba de la gris rutina. Pero ya hacía un tiempo que nada era igual. Él había empezado un camino interno que ella aún no lograba develar. Ella, en lugar de acercarse, tomó distancia porque no toleraría ningún acercamiento sin comprometer lo que sentía. La tarde anterior no soportó ver semejante tormenta en sus ojos. Creyó, que tal vez su compañía podía ayudarlo a descomprimir tanta preocupación. Temía lo que él pudiera responderle, pero así y todo, tomó la iniciativa de llamarlo. Conocía sus costumbres, sabía que su teléfono personal jamás se encontraba apagado. Lo escuchó sonar largamente... Tres veces hizo el intento. La última vez descubrió que el teléfono no se hallaba encendido, no así las dos primeras. Las lágrimas empezaron a recorrer sus mejillas. No quería verla, no quería hablar con ella. Sin entender por qué, trató de dormirse sin apenas lograrlo. Duro fue volver a trabajar la mañana siguiente, luego del insomnio y la angustia. La tarde no pudo resistirla y decidió dar parte de enferma. Su cabeza volvió a esa cama en la que se hallaba recostada y se encontró con su celular en la mano sin saber siquiera en qué momento lo tomó. Decidió dejarlo apagado para quedarse con la ilusión de que él tal vez hubiera intentado llamarla, en lugar de prenderlo y volver a derrumbarse como le pasaba todas las noches desde hacía seis meses. Volvió a hojear el diario, pero esta vez se dejó atrapar por las páginas de turismo. Hermosos viajes a todas partes del planeta se ofrecían con imágenes sorprendentes. Viajar...quizás podría hacerlo y poner distancia real entre lo que sentía y su presencia. No era mala idea... Sin dudarlo levantó su teléfono de línea. Llamó a su jefa, con la que mantenía una excelente relación y le solicitó permiso para tomarse unos días. No dudó en otorgárselo, dado que hacía un par de años que no se tomaba vacaciones. Nunca resolvió algo tan rápidamente. No sabía si sería la solución pero al menos iba a intentarlo. La mañana siguiente la encontró en un avión rumbo a una hermosa ciudad de montaña...
En la oficina, él, con sus ojos tristes clavados en su escritorio vacío...
¿Habría escuchado su mensaje en el contestador?

11 comentarios:

Gatadeangora dijo...

Me he leido de un tirón las tres partes y espero que esto no acabe aqui, seria muy triste.
Me ha gustado muchisimo.

Besos

Staff de Bla Bla Bla dijo...

Ahora nos quedamos con la duda... Para nosotros, no escuchó el mensaje.

Fabiana dijo...

No comenté pero fui siguiendo la historia.

Me gustó mucho y no te hacía creando un relato así.

Te felicito. Besos.

Anónimo dijo...

No sé... yo creo que no lo había escuchado... ¿nos lo aclararás? ;))

Gise dijo...

Auch! Si esto termina acá, me va a doler más de la cuenta...
Me encantó!
Ojalá que en esta historia no sea demasiado tarde.

Beso!

Anónimo dijo...

Cuantos desencuentros!!!!
porqué apagó él el celular.... porqué no lo llamó al fijo?
me matan los mal de amores!

un beso

Gla dijo...

Gatadeangora-.....Y si te digo que falta laúltima parte?


Bla Bla Bla... Continuará...así no te quedás con las dudas...

Gracias Fabiana....No te pierdas el final!


Diavolo: Te parece que noe scuchó? A verrrr....

Gise: si lo que sigue en la historia, te deja más contenta??? o quizás no!!

gamar dijo...

Me quedan algunas dudas
¿A que se dedica la empresa donde trabajan?
¿Cómo es el nombre de la jefa de personal?
¿que edad tienen ella?
¿Él es casado?

Perdón, pero no me gusta estar de este lado.

Anónimo dijo...

Es la primera vez que paso por tu blog.
Los encuentros y desencuentros! Qué mal te dejan!
Besos
Lady Baires

Gla dijo...

Gamar: ¿De qué lado está usted?
Busco la ficha en la oficina de personal y le paso los datos...


Nosestamoshablando: Bienvenida....
A veces los encunetros y desencuentros son los que le dan esa pizca de sal que necesita la vida y el toque de adrenalina para seguir....No?

DeepBlueSky dijo...

me ENCANTO así de sencillo, me tienes atrapada con la historia...
Bsos amiga.