Tal vez sea tarde... Tal vez nunca lo sea....
Primera parte
Segunda parte
Tercera parte
Última parte

"Hola"..."Buenos días"....
"Buenos días", saliendo de esa voz tan añorada, tan sublimente melancólica... Alzó los ojos y pudo encontrarse con los suyos sin decir más que: - ¡Volviste!
Se saludaron como si se hubieran visto el día anterior.
Él a su escritorio, ella al suyo. Volvió a reencontrarse con su trabajo atrasado, comprobando con decepción que ese viaje maravilloso no había logrado borrar lo que sentía por su mejor amigo. Sacó de su cartera sus lentes, su celular y su agenda. Puso a cargar la batería de su teléfono que estaba sin uso desde hacía casi un mes. Comenzó a atender clientes, reordenar archivos y con sorpresa descubrió que era la hora del almuerzo. Encendió su teléfono, revisó sus mensajes de texto atrasados y conectó su buzón de voz que guardaba un mensaje desde el día anterior a su partida. Al escucharlo, se le llenaron los ojos de lágrimas. Era la voz triste de su amigo que le pedía perdón. Levantó la mirada y se encontró con otros ojos que la miraban intrigado.
No dudaron. Cada uno tomó su abrigo y en silencio se dirigieron al ascensor.
No hizo falta que mediara ni una palabra. Se tomaron de la mano frente a los ojos complacidos de sus compañeros que hacía meses adivinaban lo que les estaba ocurriendo.
Todos lo sabían, menos ellos...
Segunda parte
Tercera parte
Última parte

Los días pasaron lentamente, más lentamente de lo que ningún reloj de arena pudiera adivinar... Él, como siempre, como un autómata, respondiendo a las exigencias diarias pero con sus ojos cada vez más tristes y apagados. Sus compañeros empezaron a adivinar qué le estaba ocurriendo pero nadie se animaba a decirle nada... Sólo levantaba la vista de su enorme pila de papeles para mirar ese escritorio que permanecía impecablemente ordenado y esa silla vacía que le arrugaba el corazón.
Nuevamente lunes. Seis y treinta. Despertador."Hola"..."Buenos días"....
"Buenos días", saliendo de esa voz tan añorada, tan sublimente melancólica... Alzó los ojos y pudo encontrarse con los suyos sin decir más que: - ¡Volviste!
Se saludaron como si se hubieran visto el día anterior.
Él a su escritorio, ella al suyo. Volvió a reencontrarse con su trabajo atrasado, comprobando con decepción que ese viaje maravilloso no había logrado borrar lo que sentía por su mejor amigo. Sacó de su cartera sus lentes, su celular y su agenda. Puso a cargar la batería de su teléfono que estaba sin uso desde hacía casi un mes. Comenzó a atender clientes, reordenar archivos y con sorpresa descubrió que era la hora del almuerzo. Encendió su teléfono, revisó sus mensajes de texto atrasados y conectó su buzón de voz que guardaba un mensaje desde el día anterior a su partida. Al escucharlo, se le llenaron los ojos de lágrimas. Era la voz triste de su amigo que le pedía perdón. Levantó la mirada y se encontró con otros ojos que la miraban intrigado.
No dudaron. Cada uno tomó su abrigo y en silencio se dirigieron al ascensor.
No hizo falta que mediara ni una palabra. Se tomaron de la mano frente a los ojos complacidos de sus compañeros que hacía meses adivinaban lo que les estaba ocurriendo.
Todos lo sabían, menos ellos...
Comentarios
Le extrañaría que le dijera que mi historia no podría terminar así?
Felicitaciones y bienvenida al mundo de comenzar un cuento y romperse la cabeza para terminarlo.
Besos
¿Y sabe qué? Para su sorpresa, no tuve que romperme la cabeza, una idea traía la otra y las tres últimas partes las escribí de un tirón, sólo que la fui entregando en fascículos para no aburrir.... Veremos si me ataca la inspiración de nuevo. Prometo finales no tan felices...Tengo de esos también...
Lao: No fue tarde pero se hizo esperar...al menos él necesitó todo ese tiempo para darse cuenta lo que le pasaba... A veces pasa...
La felicito y disfrute, porque poder escribir desaforadamente mientras va surgiendo es un éxtasis.
Besos
Pasa seguido eso de no darse cuenta que está sucediendo, no porque uno no sea capaz de comprender, sino porque no quiere muchas veces hacerlo.
Hermoso, me has dejado una sonrisa dibujada en el rostro.
Abrazo!
Un besooooooooooo.
Te lo digo otra vez, no te tenía escribiendo así. Me llevé una linda sorpresa.
Besos.