Vuelta a la rutina

¡¡Qué poco valora uno a Doña Rutina"!! Es el momento en que algo la rompe y nos saca de la monotonía, el instante preciso en que nos damos cuenta que quizás no era tan mala compañera... Volver a trabajar después de la angustia que la fiebre de mi hija me causó, llevarla nuevamente a la escuela, regresar a lo cotidiano, renegar otra vez con el tránsito, con sus tareas, con el enemigo temible que es el reloj.... ¡Qué placer! Nunca creí que extrañara tanto ese ritmo enloquecedor... Darme cuenta que la vida me sonríe a diario más de lo que yo misma creo... Que si estoy cansada es porque tengo la suerte de tener trabajo, que si el tránsito me cambia el humor es porque pude comprarme el auto que me lleva a todas partes, que si me quejo de los impuestos es porque tengo la bendición de vivir bajo mi propio techo, que si existen discusiones familiares es porque tengo una familia a quien le importa lo que pienso... Y si la enfermedad fue quien me sacó de mi eje hasta el extremo de la angustia que no cede...es porque gracias a la Vida la salud nos sonríe casi todo el tiempo... Al final no era tan malo acostumbrarse a la rutina...

Imagen extraída de http://conunpieenlaluna.blogspot.com/